Moisés comenzó a hacer preparativos para su muerte. Animó a Israel y a Josué; asegurándoles que podían esforzarse y ser valientes, porque Dios iba delante de ellos. Dio una copia de la ley a los sacerdotes para que fuese guardada y para que fuese leída a toda la nación cada siete años. Se anticipa el hecho de que los hebreos se apartarían de Jehová. Moisés escribiría un cántico que les testificara acerca de su gran pecado.