Paypal: https://www.paypal.com/paypalme/editorialtpv
El día de hoy hablaremos sobre el capítulo 23 del libro The Oxford Handbook of the Protestant Reformations, titulado “Education in the Reformation” por Charlotte Methuen. Ver aquí: https://global.oup.com/academic/product/the-oxford-handbook-of-the-protestant-reformations-9780199646920?cc=gb&lang=en& .
¿Qué pasa cuando un monje convierte la escolarización en asunto de Estado? En 1524, Lutero escribió a los concejos alemanes pidiéndoles fundar y sostener escuelas públicas: niños y niñas a clase una o dos horas al día, y los más dotados encaminados al ministerio o la docencia. El objetivo no era solo alfabetizar, sino forjar “ciudadanos piadosos y útiles”. Con Melanchthon como praeceptor Germaniae, ciudades y principados promulgaron Schulordnungen que estandarizaron currículos (alemán y latín), horarios y disciplina, mientras la imprenta multiplicaba catecismos y gramáticas. Para financiar el cambio, muchos conventos se transformaron en escuelas y becas de élite (Klosterschulen de Württemberg), con días marcados por oración, canto y seis horas de estudio. La realidad, sin embargo, fue heterogénea: resistencia rural, educación femenina irregular, sacristanes enseñando con recursos mínimos. A la par, la respuesta católica profesionalizó la enseñanza (Jesuitas) y abrió vías para niñas (Ursulinas). Y en el siglo XVII, Comenius diseñó un sistema por etapas con manuales visuales para aprender “todas las cosas a todos”. Resultado: la escuela moderna nace de un proyecto confesional que buscó eruditio et pietas—conocimiento y carácter—y terminó moldeando la vida cotidiana de Europa.
Siguenos:
- Web: https://teologiaparavivir.com/
- Blog: https://semperreformandaperu.org/
- Facebook: https://www.facebook.com/teologiaparavivir/
- Instagram: https://www.instagram.com/teologiaparavivir/
- Youtube: https://www.instagram.com/teologiaparavivir/