¡Jamás! ¡Jamás se rindan!
Y creo que esto es más importante que cualquier otro aprendizaje que haya encontrado en mis lecturas. Si decides de antemano que, una vez que te propongas alcanzar tu objetivo, nunca te rendirás, que nada te detendrá, y que cada obstáculo será simplemente un motivo más para seguir adelante, entonces ya has ganado la mitad del camino.
Hazte un paranoico inverso: convéncete de que todos los desafíos ocultan una enseñanza, una oportunidad, algo que puede impulsarte si decides encontrarle el lado positivo. Busca la lección detrás de cada tropiezo, encuentra cómo darle la vuelta a cada situación a tu favor. Si mantienes esa actitud positiva, esa fe en ti mismo, esa visión de esperanza y avance... el éxito llegará.
Este ha sido uno de los mejores consejos que he recibido en la vida.
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