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Desde que somos concientes, la humanidad se ha preguntado qué hay debajo de las olas. Secretos inimaginables, fuera de nuestro alcance, han hecho un llamado a nuestra curiosidad desde las profundidades. 

Misterioso y, a menudo, innegablemente aterrador, el concepto de respirar bajo el agua atormentó a los pioneros del buceo, tal como lo hace con los que todavía no bucean. 

El buceo se remonta a muchos, muchos siglos. Incluso en la mitología griega, un guerrero evadía a los enemigos persas respirando a través de una caña hueca mientras permanecía sumergido bajo el mar. Los buzos persas, por otro lado, crearon gafas con caparazones de tortuga pulidos. La primera careta de buceo. La leyenda también dice que Alejandro Magno usó un barril de madera como un tipo antiguo de campana de buceo. En la dinastía Ming en China, los buzos pasaron de contener la respiración a respirar a través de un tubo largo y curvo, unido a la cara con una máscara. 

Los humanos hemos estado buceando a pulmón en busca de comida, esponjas y perlas durante eones. En la antigüedad, el buceo libre a más de 130 pies era una actividad común, todo sin la ayuda de ningún equipo de aire moderno. Hoy en día, muchas personas en todo el mundo todavía se dedican a esta espectacular actividad, ya sea pescando con arpón o sacando tesoros de las profundidades, utilizando el estilo del apnea para lograrlo.

El buceo comenzó a dar pasos agigantados en el siglo 16 con la invención de la campana de buceo. Las personas sobrepasaron los límites de la física y sus cuerpos durante estos peligrosos viajes bajo la superficie del agua, ya que se sabía muy poco sobre el consumo de aire a profundidad. Desde ese entonces, comenzaron a llegar equipos más sofisticados y la ciencia del buceo ha echo que su práctica sea más segura.

Se desarrollaron trajes de buceo y cascos de buceo de cuero, y se bombeó aire a estos trajes desde la superficie a través de mangueras largas y flexibles cuando se inventó la bomba de aire en 1771.

Para el siglo 19 los estudios sobre la enfermedad de descompresión y los efectos de la presión del agua comenzaban a ser parte de la ciencia moderna. Dos hombres desarrollaron el primer tanque de aire comprimido y un regulador simple: el primer gran paso hacia el buceo moderno.

Harry Houdini, debido a su trabajo como artista del escape, a menudo quedaba atrapado bajo el agua. Su ingenio era innegable, e inventó un traje de buceo en 1921 que era fácil de quitar. Ahora, los buzos pueden deshacerse rápidamente de sus BCD si se enredan o quedan atrapados, gracias al ingenio del gran escapista húngaro. 

El buceo se volvió aún más accesible en la década de 1940 gracias al genio de Emile Gangnan y Jacques Cousteau. Juntos, inventaron el primer regulador de aire por demanda moderno. Llamaron a su regulador “Aqua Lung”, y transformó por completo el mundo del buceo. Desde entonces podemos bucear de forma libres sin estar atados a un barco en la superficie. De ahí viene la palabra SCUBA, aparato autónomo para respirar bajo el agua, por sus siglas en inglés. 

Todo este nuevo equipo nos ayuda a bucear más, viviendo lo que los grandes del buceo, como Cousteau, soñaron que hiciéramos. Con los desarrollos constantes en los equipos de imágenes submarinas, el mundo submarino que alguna vez fue tan distante y aterrador se está enfocando de manera segura, y cada año atrae a más y más buzos a las profundidades.

Si aún no tienes tu certificación de buceo, comunicate y comienza hoy mismo tu curso de de aguas abiertas. Es ciertamente emocionante escuchar sobre el buceo, pero es aún más genial cuando realmente lo estamos haciendo.


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