Romanos 3:21 Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas;
22 la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia,
23 por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,
24 siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús,
25 a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados,
26 con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús.
27 ¿Dónde, pues, está la jactancia? Queda excluida. ¿Por cuál ley? ¿Por la de las obras? No, sino por la ley de la fe.
28 Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley.
➡🎙️Pablo continúa con su disertación acerca de la ley de Moisés comparándola con la ley de Cristo. Bajo la ley de Moisés nadie podía ser justificado solamente eran mecanismos para recibir el perdón temporal trayendo algún sacrificio específico de animales o de vegetales. La ley sólo concedía el perdón cuando alguien cometía una falta después de que esa persona traía una ofrenda, y si volvía a fallar entonces se necesitaba traer otra ofrenda. Nunca eran suficientes los sacrificios para el completo perdón y mucho menos recibir justificación. Siempre sería un infractor de la ley. Siempre tendría una cuenta pendiente bajo la ley.
En contraste, el apóstol Pablo nos enseña que bajo la ley de Cristo, no solamente encontramos el perdón de nuestros pecados de forma permanente, sino que también recibimos justificación ante los ojos de Dios. Y si somos justificados entonces ya no somos culpables!
Pero para recibir la justificación tenemos que recibir la fe en Cristo Jesús y vivir siempre bajo la gracia de Dios, pues lejos de él no somos nadie mas bajo la gracia de Jesucristo entonces vamos a poder vivir justificados. La única condición es no alejarnos del Señor.
Es como un pasaporte que nos permite mostrarlo cada vez que el enemigo quiera acusarnos! nosotros tenemos ahora la sangre de Jesucristo como un ese documento que nos autoriza vivir perdonados, justificados, y dignos de entrar a la presencia del Señor.
Hace poco llamé a una oficina para parar una cuenta pendiente. Por causa de las regulaciones del gobierno que obligó a que los negocios se cerraran borraron de mi cuenta esos pocos dólares que les debía. Aunque no era mucho, sentí alegría al saber que esa pequeña cuenta quedó cancelada y no sólo eso sino que me enviaron una carta certificando que yo no les debo nada a esa agencia del gobierno.
Si el perdón de $30 me trajo alegría imagínese cómo será que todas nuestras faltas y errores el Señor las borra cuando nos acercamos a él! Y no sólo eso sino que nos da un recibo de que ya somos perdonados!
De la misma forma que el Señor nos ha perdonado así debemos también a aprender a perdonar completamente cuando alguno de los miembros de nuestra familia nos falla. A veces decimos que los perdonamos pero estamos continuamente recordándoles el pasado de lo que nos hicieron. Así como el Señor nos perdonó también tenemos que aprender a perdonar y no recordar la falta pasada. Qué bueno que nuestro hogar sea un lugar seguro para que nuestros hijos sientan de que son guiados, disciplinados, y corregidos, pero siempre entendiendo el significado de la gracia cuando se concede el perdón sin reproche sin recordarles lo malo que son sino lo bueno que pueden convertirse y mejorar en sus comportamientos.
Les sugiero escuchen la canción titulada "Justificados" del cantante Juan Carlos Alvarado.
Consideremoss:
¿Estoy viviendo bajo la gracia de Dios y disfrutando de su justicia o estoy viviendo bajo culpabilidad de mis errores pasados?
Soy tu amigo Eduardo Rodríguez que el Señor escuche tu oración y manifieste su justicia de amor sobre tu vida.😇
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