📖1 Pedro 5:1-11 RVA2015
A los ancianos entre ustedes les exhorto, yo anciano también con ellos, testigo de los sufrimientos de Cristo y también participante de la gloria que ha de ser revelada: Apacienten el rebaño de Dios que está a su cargo, cuidándolo no por la fuerza sino de buena voluntad según Dios; no por ganancias deshonestas sino de corazón; no como teniendo señorío sobre los que están a su cargo sino como ejemplos para el rebaño. Y al aparecer el Príncipe de los pastores recibirán la inmarchitable corona de gloria. Asimismo ustedes, jóvenes, estén sujetos a los ancianos y revístanse todos de humildad unos para con otros porque: Dios resiste a los soberbios pero da gracia a los humildes. Humíllense, pues, bajo la poderosa mano de Dios para que él los exalte al debido tiempo. Echen sobre él toda su ansiedad porque él tiene cuidado de ustedes. Sean sobrios y velen. Su adversario, el diablo, como león rugiente anda alrededor buscando a quién devorar. Resistan al tal estando firmes en la fe, sabiendo que los mismos sufrimientos se van cumpliendo entre sus hermanos en todo el mundo. Y cuando hayan padecido por un poco de tiempo, el Dios de toda gracia, quien los ha llamado a su eterna gloria en Cristo Jesús, él mismo los restaurará, los afirmará, los fortalecerá y los establecerá. A él sea el dominio por los siglos. Amén.
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El siguiente verso me llama la atención porque es una frase que está de moda, y es la ansiedad. Una cosa es sentirse ansioso por la visita de un ser querido, un exámen final, o la participación en una competencia, a la ansiedad dañina que no te deja dormir, que te llena de miedos y vives en inseguridades. La Ansiedad es un estado emocional donde la persona que está pasando por momentos difíciles no puede manejar las preocupaciones que está experimentando en cierto momento de su vida.
Según el diccionario, la ansiedad es un
estado mental que se caracteriza por una gran inquietud, una intensa excitación y una extrema inseguridad.
También es la angustia que acompaña a algunas enfermedades, en especial a ciertas neurosis.
El sufrir una enfermedad que no tenía antes, la incertidumbre del futuro personal, la pérdida de un trabajo, períodos de rebeldía de un miembro del hogar, o inseguridades en general, son factores que activan la ansiedad en nuestro ser.
Esta es una condición reconocida por la ciencia de la medicina y las psicología, donde el comportamiento y la vida rutinaria de la persona es afectado por ese trastorno mental y emocional, y es cuando los doctores recomiendan tratamientos que pueden incluir medicamentos y/o terapia con un consejero especializado en el área que esté sufriendo la persona sea a nivel personal, matrimonial, familiar, etcétera.
Todo esto hay que hacerlo si es necesario, pues a veces no podemos manejar sólo situaciones que una persona con experiencia en esos problemas nos podría ayudar. Pero no podemos pasar por alto que hay un gran poder y es el poder de Dios que nos ayuda a sobrellevar nuestras cargas y también nos revela la salida a ese problema que está embargando nuestros pensamientos.
La ansiedad, en general, se puede manejar buscando una forma segura para poder canalizar sus frustraciones, y la oración con Dios es una de ellas. Hablar con el creador que te formó y te conoce muy bien, es una forma efectiva para encontrar la paz, la confianza en la fe en Jesús, y las fuerzas espirituales y anímicas para continuar el día a día sin desesperarse, y asi evitar subir a un nivel de estrés incontrolable para después caer en una depresión triste y oscura.
Junto con la oración y el estudio de la Palabra de Dios (como el libro de los Salmos), es importante tener en cuenta a algún líder en la iglesia de tu confianza para poder hablar y buscar ese consejo de alguien que haya pasado por esa etapa en la vida.
Soy tu amigo y hermano Eduardo Rodríguez. Que el señor Jesús escuche tu oración y te ayude a vencer la ansiedad.😇
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