Deuteronomio 6: Cómo transmitir la fe en nuestros hijos.
Deuteronomio 6:5-12 RVA2015:
Y amarás al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas. “Estas palabras que yo te mando estarán en tu corazón. Las repetirás a tus hijos y hablarás de ellas sentado en casa o andando por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. Las atarás a tu mano como señal, y estarán como señal entre tus ojos. Las escribirás en los postes de tu casa y en las puertas de tus ciudades. “Sucederá que cuando el SEÑOR tu Dios te haya introducido en la tierra que juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob que te daría, con ciudades grandes y buenas que tú no edificaste, con casas llenas de todo bien que tú no llenaste, con cisternas cavadas que tú no cavaste, con viñas y olivares que tú no plantaste, y cuando hayas comido y te hayas saciado, entonces ten cuidado; no sea que te olvides del SEÑOR que te sacó de la tierra de Egipto, de la casa de esclavitud.
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Este capítulo es muy valioso porque aprendemos acerca de la importancia de impartir la Palabra de Dios a nuestros hijos y transmitirles nuestra fe.
Así como un padre prepara a su hijo para tomar las riendas de la empresa que algún día va a heredar, de la misma manera debemos compartir el conocimiento que tenemos de Dios a nuestros hijos.
Un error que cometemos como padres es que asumimos que nuestros hijos automáticamente van a adquirir nuestras creencias, solo porque los llevamos los domingos a la iglesia o tienen amigos cristianos. La realidad es que como padres tenemos una gran responsabilidad para que ellos conozcan a nuestro Dios vivo, santo y poderoso.
La estrategia que Dios le enseñó al pueblo de Israel acerca de la enseñanza a los hijos es la consistencia. Los israelitas debían hablar de Dios en las mañanas dentro de la casa antes de salir o cuando llegaban a la casa. Ellos debían tener escrituras dentro de la casa, y también antes de acostarse debían reflexionar acerca de los mandamientos de Dios.
Pienso que esta tarea no se debe hacer de forma litúrgica o con imposición forzosa.
Debemos incorporar los consejos de la Palabra de Dios a nuestro diario vivir. No mentir, no estafar, no tener una actitud altiva y orgullosa, perdonar al hermano, y no hacerle mal a nadie son ejemplos de actitudes que debe tener alguien que es temeroso de Dios, que ama a Dios.
Es el diario vivir donde vemos cómo la Palabra de Dios está incluida. Y es que la Palabra de Dios no es un libro lleno de rituales solamente, sino una guía para que el ser humano pueda convivir de forma justa con el prójimo y con indicaciones prácticas para vivir en la tierra como a Dios le agrada.
El propósito no es presentar la Palabra de Dios a nuestros hijos como algo cargoso, fastidioso y aburrido. Más bien, que adopten la Palabra de Dios en sus vidas como una herramienta necesaria para tener vidas bendecidas y prósperas. Que miren la Palabra de Dios como si fuera un salvavidas en medio de un naufragio; que vean la Palabra de Dios como la fuente de la prudencia, el conocimiento y la sabiduría; que puedan entender que la Palabra de Dios les ayudará a formar su carácter, a desarrollar sentido común y dominio propio.
En pocas palabras, que amen la Palabra de Dios y la atesoren en su corazón. Así podremos celebrar y entender que ellos van a seguir los caminos del Señor y no se apartarán de Él cuando crezcan. Aun cuando uno de ellos se desvíe, tomando caminos equivocados en su juventud, todo lo que aprendió de la Palabra de Dios en la niñez lo irá acercando una vez más a los pies del Señor.
Así que escoge algunos versos bíblicos y comienza animar a tus hijos para que los aprendan de memoria; compra pósters de versos bíblicos en una librería cristiana para que los pongas en algún lugar de tu casa, o hasta ellos mismos los pueden elaborar o imprimirlos en casa.
No olvides los devocionales por lo menos una vez a la semana con toda la familia, compartiendo canciones, oraciones y una corta reflexión de la Palabra de Dios.
Háganlo ameno y con un ambiente de alegría, para que sea un momento memorable y deseen hacer el devocional la próxima vez. Oren unos por otros, y que los hijos puedan acercarse a sus padres para pedir consejo cuando estén pasando por un momento de necesidad.
Soy tu amigo Eduardo Rodríguez. Que el Señor escuche tu oración y te ayude a establecer la Palabra de Dios en tu hogar.
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Deuteronomy 6: How to transmit faith to our children.
Deuteronomy 6:5-12:
You shall love the Lord your God with all your heart, with all your soul, and with all your strength.
“And these words which I command you today shall be in your heart. You shall teach them diligently to your children, and shall talk of them when you sit in your house, when you walk by the way, when you lie down, and when you rise up. You shall bind them as a sign on your hand, and they shall be as frontlets between your eyes. You shall write them on the doorposts of your house and on your gates.
“So it shall be, when the Lord your God brings you into the land of which He swore to your fathers, to Abraham, Isaac, and Jacob, to give you large and beautiful cities which you did not build, houses full of all good things, which you did not fill, hewn-out wells which you did not dig, vineyards and olive trees which you did not plant—when you have eaten and are full— then beware, lest you forget the Lord who brought you out of the land of Egypt, from the house of bondage.
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This chapter is very valuable because we learn about the importance of imparting the Word of God to our children and transmitting our faith to them.
Just as a father prepares his son to take the reins of the company that he will inherit one day, in the same way we must share the knowledge we have of God with our children.
One mistake we make as parents is that we assume our children will automatically acquire our beliefs, just because we take them to church on Sundays or they have Christian friends.The reality is that as parents we have a great responsibility for them to know our living, holy and powerful God.
The strategy that God taught the people of Israel about teaching children is consistency. The Israelites were to talk about God in the morning inside the house before leaving or when they arrived home. They had to have scriptures inside the house, and also before going to bed they had to reflect on the commandments of God.
I think that this task should not be done in a liturgical way or with forced imposition.
We must incorporate the advice of the Word of God into our daily lives. Do not lie, do not cheat, do not have a haughty and proud attitude, forgive your brother and sister, and do not harm anyone are examples of attitudes that someone who fears God, who loves God, should have.
It is the daily life where we see how the Word of God is included. And it is that the Word of God is not a book full of rituals only, but a guide so that the human being can live in a fair way with his neighbor and with practical indications to live on earth as God pleases.
The purpose is not to present the Word of God to our children as something burdensome, annoying and boring. Rather, they embrace the Word of God in their lives as a necessary tool for blessed and prosperous lives. That they see at the Word of God as if it were a life preserver in the middle of a shipwreck; that they see the Word of God as the source of prudence, knowledge and wisdom; that they can understand that the Word of God will help them to form their character, to develop common sense and self-control.
In a few words, that they love the Word of God and treasure it in their heart. In this way we can celebrate and understand that they will follow the ways of the Lord and will not depart from Him when they grow up. Even when one of them goes astray, taking wrong paths in his youth, everything he learned from the Word of God in childhood will bring him closer once again to the feet of the Lord.
So pick some Bible verses and start encouraging your children to memorize them; buy Bible verse posters from a Christian bookstore to put somewhere in your home, or they can even make or print them at home.
Don't forget devotionals at least once a week with the whole family, sharing songs, prayers, and a short reflection from God's Word.
Make it pleasant and with an atmosphere of joy, so that it is a memorable moment and you want to do the devotional next time. Pray for one another, and that children may turn to their parents for advice when they are in a time of need.
I am your friend Eduardo Rodríguez. May the Lord hear your prayer and help you establish the Word of God in your home.
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