Estando él sentado en el monte de los Olivos frente al templo, Pedro, Jacobo, Juan y Andrés le preguntaban aparte: —Dinos, ¿cuándo sucederán estas cosas? ¿Y qué señal habrá cuando todas estas cosas estén por cumplirse? Jesús comenzó a decirles: —Miren que nadie los engañe. Muchos vendrán en mi nombre diciendo: “Yo soy”, y engañarán a muchos. Pero cuando oigan de guerras y de rumores de guerras, no se turben. Es necesario que así suceda pero todavía no es el fin. Porque se levantará nación contra nación y reino contra reino. Habrá terremotos por todas partes. Habrá hambres. Estos son principio de dolores. »Pero ustedes miren por ustedes mismos. Porque los entregarán en los concilios, y serán azotados en las sinagogas. Por mi causa serán llevados delante de gobernadores y de reyes, para testimonio a ellos. Es necesario que primero el evangelio sea predicado a todas las naciones. Cuando los lleven para entregarlos, no se preocupen por lo que tengan que decir. Más bien, hablen lo que les sea dado en aquella hora; porque no son ustedes los que hablan sino el Espíritu Santo. El hermano entregará a muerte a su hermano, y el padre a su hijo. Se levantarán los hijos contra sus padres y los harán morir. Y ustedes serán aborrecidos de todos por causa de mi nombre. Pero el que persevere hasta el fin, éste será salvo.
El Señor se dirige a sus discípulos para enseñarles los acontecimientos que enfrentarían en el tiempo de persecución y les animó para que perseveren y se mantengan firmes para no perder la salvación. Hasta les enseñó a cómo enfrentar las acusaciones cuando los llevaran a ser juzgados; y me gusta mucho cuando Él les enseña que el Espíritu de Dios les va a dar palabras en esos momentos. Cuando te encuentres en momentos donde te quieran señalar y juzgar, no reacciones humanamente, dejándote llevar por las emociones. La rabia o el miedo nos hacen decir cosas que no son. Simplemente deja que el Espíritu de Dios tome control de tus labios para que puedas compartir la grandeza de tu fe en el Señor.
Tristemente en esos tiempos los padres estarán contra los hijos y los hijos contra los padres, y eso ya lo vemos hoy en día; hay padres que hacen injusticia con sus hijos y también los hijos se levantan deshonrando a sus padres. Gracias a Dios que lo conocemos a Él y podemos declarar: "mi casa y yo serviremos al Señor". Pero si en algún momento te encuentras que algún miembro de tu familia así, dándole la espalda al Señor y tomó la decisión para atacarte y acusarte falsamente y hacerte daño; mantente firme, pues es parte de los últimos tiempos. Es una situación dura el pasar por eso, que uno de tus seres queridos te odie solo porque eres seguidor de Jesucristo. Sin embargo, el Señor te recompensará grandemente y te dará consuelo en medio de la persecución.
Recuerda las palabras del Señor en el Sermón del monte:
Mateo 5:10-12 RVA2015: Bienaventurados los que son perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados son cuando los vituperen y los persigan, y digan toda clase de mal contra ustedes por mi causa, mintiendo. Gócense y alégrense, porque su recompensa es grande en los cielos; pues así persiguieron a los profetas que fueron antes de ustedes.
Consideremos:
¿Conoces a alguien que esté sufriendo ataques de algún familiar que lo odia solo porque es cristiano?
¿Estás consciente de que hoy en día existe persecución a los cristianos en otras partes del mundo?
Si sufrieras persecución por causa de Jesús, ¿renunciarías a tu fe o te mantendrás firme?
Que el Señor te dé siempre fortaleza y perseverancia.
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