Lucas 10:
17 Los setenta volvieron con gozo, diciendo: —Señor, ¡aun los demonios se nos sujetan en tu nombre!
18 Él les dijo: —Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. 19 He aquí, les doy autoridad de pisar serpientes, escorpiones y sobre todo el poder del enemigo; y nada les dañará. 20 Sin embargo, no se regocijen de esto, de que los espíritus se les sujeten, sino regocíjense de que sus nombres están inscritos en los cielos.
Jesús envió a setenta de sus discípulos, de dos en dos, para que fueran y llevaran el mensaje de salvación y, a la misma vez, obrar milagros en el nombre de Jesús.
Ellos vinieron a Jesús trayendo un reporte positivo de su misión, y estaban sorprendidos que hasta los demonios se sometieron a la autoridad de ellos.
Aquí vemos una victoria poderosa en el ámbito espiritual. El Señor le da la autoridad a sus seguidores sobre las potestades de las tinieblas y le da autoridad espiritual a aquellos que creen en Jesús y usan su nombre con fe.
En el verso 19, Él les declara esa autoridad concedida a ellos sobre Satanás y sus ataques. Si alguien fue herido por Satanás es porque se descuidó, no porque no tenga autoridad de Dios para mantenerse firme. Hasta Jesús afirma que nada nos dañará.
Dios los guardaría de ataques del enemigo. Cuando Jesús menciona las serpientes y escorpiones, no sólo habla de animales literalmente, también representan las diferentes formas que el enemigo ataca. Las serpientes atacan esperando a su víctima adelante del camino y cuando se acercan, los ataca. Los escorpiones pican con la cola sorprendiendo a los que están al frente de ellos.
Que alegría saber que no importa la estrategia del diablo, con todo eso, el Señor nos da la garantía de que podremos vencerlo.
Sea que el enemigo utilice tu futuro para llenarte de ansiedad o utilice tu pasado para recordarte las heridas o los malos recuerdos para mantenerte paralizado, recuerda que Jesús te ha dado la autoridad sobre toda fuerza del enemigo. No permitas que los malos recuerdos de los errores de tu esposo o esposa envenene sus corazones, como esa cola del escorpión destruyendo la paz y unión del hogar.
Si eres un joven que siente pánico al pensar en el futuro, como si hubiera aparecido una serpiente en el camino, ¡no permitas que te amedrente! ¡Proclama con autoridad que tu futuro está en las manos del Señor! Esfuérzate, prepárate y deja el resto al Señor para que dirija tus pasos.
Consideremos:
¿Estás paralizado por temor al enemigo?
¿Sabías que Dios te ha dado el poder para vencer al enemigo y que el enemigo no tiene el derecho de hacerte daño?
Que el Señor te dé la completa victoria en tus pruebas, y escuche tu oración.
No olvides leer todo el capítulo completo y compartir este episodio.
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