Jueces 18: El peligro del aislamiento.
Jueces 18:27-31:
Y ellos, llevando las cosas que había hecho Micaías, juntamente con el sacerdote que tenía, llegaron a Lais, al pueblo tranquilo y confiado; y los hirieron a filo de espada, y quemaron la ciudad. Y no hubo quien los defendiese, porque estaban lejos de Sidón, y no tenían negocios con nadie. Y la ciudad estaba en el valle que hay junto a Bet-rehob. Luego reedificaron la ciudad, y habitaron en ella. Y llamaron el nombre de aquella ciudad Dan, conforme al nombre de Dan su padre, hijo de Israel, bien que antes se llamaba la ciudad Lais. Y los hijos de Dan levantaron para sí la imagen de talla; y Jonatán hijo de Gersón, hijo de Moisés, él y sus hijos fueron sacerdotes en la tribu de Dan, hasta el día del cautiverio de la tierra. Así tuvieron levantada entre ellos la imagen de talla que Micaía había hecho, todo el tiempo que la casa de Dios estuvo en Silo.
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En este capítulo vemos la destrucción de la casa de Micaías y cómo le fueron arrebatados sus ídolos de oro y madera. Además, la tribu que invadió su casa también se llevó al sacerdote que había puesto.
Después de que los miembros de la tribu de Dan saquearon la casa de Micaías, se llevaron todo ese tesoro para sus casas. En el camino vieron a una ciudad que estaba aislada, sin comunicación con otras ciudades y reinos. Esta ciudad no comercializaba con otras ni tenían tratos diplomáticos con ciudades vecinas.
La gente de la ciudad de Lais decidió vivir aislados. Esta decisión de vivir en hermetismo, quizás le traía cierta protección para que no se infiltraran otras costumbres, evitaban problemas con otras naciones, y tal vez otros beneficios más, pero lo que no contemplaron es que los riesgos eran mayores. Se confiaron de la estabilidad que tenían pero, por ese distanciamiento con otras naciones, no crecieron más de lo que podían haberlo hecho. Tampoco recibieron el apoyo de alguna nación vecina al momento de ser atacada. No tenían convenios comerciales ni militares. No practicaban la hermandad ni el compartir otras clases de beneficios que se reciben mutuamente como el conocimiento en avances en las artes y ciencias. Educación, salud, inteligencia militar y otras disciplinas que podrían haber aportado más en el progreso de las ciudades.
Lais pereció en su soledad.
Que no nos pase lo de Lais. Nuestra reacción ante momentos de dificultad es aislarnos de todos. Tal vez por vergüenza porque no queremos que nadie sepa de nuestro problema, o por orgullo porque queremos mantener una imagen de perfeccionismo, o porque pensamos que podemos resolver todo con nuestras propias fuerzas. Sea cual sea el problema en el área marital, o con uno de tus hijos, o en el área de las finanzas y con nuestra economía, o en el área espiritual cuando estamos luchando con un problema moral, debemos tomar fuerzas y buscar ayuda.
A nuestro alrededor tenemos personas que tienen más sabiduría y conocimiento en diferentes áreas donde tal vez sepamos algo al respecto pero no lo suficiente. Debemos ser lo suficientemente humildes y mansos para aceptar que nosotros "no lo sabemos todo", que siempre vamos a necesitar el consejo apropiado y preciso para que podamos superar algún obstáculo en el camino.
Necesitamos la ayuda de alguien que se haya destacado en la organización financiera para organizar nuestras finanzas. Debemos escuchar a esa pareja ejemplar para que nos ayude en ese malentendido con nuestra pareja. En fin, los ejemplos son innumerables los que podemos usar para entender que es necesario tener personas alrededor que nos apoyen y nos fortalezcan.
Recordemos el consejo en Eclesiastés 4:9-12: “Mejor dos que uno solo, pues tienen mejor recompensa por su trabajo. Porque si caen, el uno levantará a su compañero. Pero, ¡ay del que cae cuando no hay otro que lo levante! También si dos duermen juntos se abrigarán mutuamente. Pero, ¿cómo se abrigará uno solo? Y si uno es atacado por alguien, si son dos, prevalecerán contra él. Y un cordel triple no se rompe tan pronto.”
Espero que podamos aprender a apoyarnos los unos a los otros, a ser prudentes y buscar ayuda cuando todavía nuestros problemas tienen solución y no esperar a que nuestro barco se esté hundiendo, a ser sabios para escoger a la persona que será de gran ayuda y no nos dará un mal consejo, a ser mansos para aceptar el consejo dado aunque en el momento no lo entendamos o no estemos de acuerdo, y a discernir en las opciones que tengamos para superar nuestra situación difícil y escoger la mejor.
Soy Eduardo Rodríguez. Que sea Dios iluminándote y guiándote a esa persona que te ayudará a proteger tu hogar en tiempos de guerra.
🇺🇲
Judges 18: The danger of isolation.
Judges 18:27-31:
So they took the things Micah had made, and the priest who had belonged to him, and went to Laish, to a people quiet and secure; and they struck them with the edge of the sword and burned the city with fire. There was no deliverer, because it was far from Sidon, and they had no ties with anyone. It was in the valley that belongs to Beth Rehob. So they rebuilt the city and dwelt there. And they called the name of the city Dan, after the name of Dan their father, who was born to Israel. However, the name of the city formerly was Laish.
Then the children of Dan set up for themselves the carved image; and Jonathan the son of Gershom, the son of Manasseh, and his sons were priests to the tribe of Dan until the day of the captivity of the land. So they set up for themselves Micah’s carved image which he made, all the time that the house of God was in Shiloh.
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In this chapter we see the destruction of Micah's house and how his gold and wooden idols were taken from him. In addition, the tribe that invaded his house also took the priest that he had placed.
After the members of the tribe of Dan looted Micah's house, they took all that treasure home. On the way they saw a city that was isolated, without communication with other kingdom cities. This city did not trade with others nor did they have diplomatic dealings with neighboring cities.
The people of the city of Laish decided to live in isolation. This decision to live hermetically, perhaps brought them some protection so that other customs would not infiltrate, they avoided problems with other nations, and perhaps other benefits, but what they did not contemplate is that the risks were greater. They relied on the stability they had but, due to this distance from other nations, they did not grow more than they could have done. Nor did they receive the support of any neighboring nation at the time of being attacked. They had no commercial or military agreements. They did not practice brotherhood or the sharing of other kinds of benefits that are mutually received such as knowledge in advances in the arts and sciences. Education, health, military intelligence and other disciplines that could have contributed more to the progress of cities.
Laish perished in their loneliness.
Don't let the same thing happen to us as it did to Laish. Our reaction to moments of difficulty is to isolate ourselves from everyone. Perhaps out of shame because we don't want anyone to know about our problem, or out of pride because we want to maintain an image of perfectionism, or because we think we can solve everything with our own strength. Whatever the problem in the marital area, or with one of your children, or in the area of finances and with our economy, or in the spiritual area when we are struggling with a moral problem, we must take strength and seek help.
All around us we have people who have more wisdom and knowledge in different areas where maybe we know something about it but not enough. We must be humble and meek enough to accept that we "do not know everything", that we will always need the appropriate and precise advice so that we can overcome some obstacles along the way.
We need the help of someone who has excelled in financial organization to organize our finances. We must listen to that exemplary couple to help us in that misunderstanding with our partner. In short, there are innumerable examples that we can use to understand that it is necessary to have people around us who support and strengthen us.
Let us remember the advice in Ecclesiastes 4:9-12: “Two are better than one, because they have a good reward for their labor. For if they fall, one will lift up his companion. But woe to him who is alone when he falls, for he has no one to help him up. Again, if two lie down together, they will keep warm; but how can one be warm alone? Though one may be overpowered by another, two can withstand him. And a threefold cord is not quickly broken.”
I hope that we can learn to support each other, to be prudent and seek help when our problems still have a solution and not wait until our ship is sinking, to be wise to choose the person who will be of great help and will not give us bad advice, to be meek to accept the advice given even if at the moment we do not understand or disagree, and to discern the options we have to overcome our difficult situation and choose the best.
I am Eduardo Rodríguez. May it be God enlightening you and guiding you to that person who will help you protect your home in times of war.
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