📖1 Timoteo 5:1-18 RVA2015:
No reprendas con dureza al anciano sino exhórtalo como a padre; a los más jóvenes, como a hermanos; a las ancianas, como a madres; y a las jóvenes, como a hermanas, con toda pureza. Honra a las viudas que realmente sean viudas. Pero si alguna viuda tiene hijos o nietos, que aprendan primero a ser piadosos con los de su propia casa y a recompensar a sus padres porque esto es aceptable delante de Dios. Ahora bien, la que es realmente viuda y que ha quedado sola, ha puesto su esperanza en Dios y persevera en súplica y oraciones de noche y de día; pero la que se entrega a los placeres, viviendo está muerta. Manda también estas cosas para que sean irreprensibles. Si alguien no tiene cuidado de los suyos, y especialmente de los de su casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo. Sea incluida en la lista la viuda que haya cumplido por lo menos sesenta años, que haya sido esposa de un solo marido, que tenga testimonio de buenas obras; si ha criado hijos, si ha practicado la hospitalidad, si ha lavado los pies de los santos, si ha socorrido a los afligidos y si se ha dedicado a toda buena obra. Pero no admitas a las viudas más jóvenes porque cuando sus pasiones las apartan de Cristo quieren casarse, estando bajo juicio por haber abandonado su primer compromiso. Y a la vez aprenden a ser ociosas andando de casa en casa. No solo aprenden a ser ociosas, sino también chismosas y entremetidas, hablando lo que no conviene. Por eso quiero que las más jóvenes se casen, críen hijos, gobiernen su casa y no den al adversario ninguna ocasión de reproche porque ya algunas se han extraviado en pos de Satanás. Si algún creyente o alguna creyente tiene viudas, cuídelas. No sea carga para la iglesia, a fin de que haya lo suficiente para las que realmente son viudas. Los ancianos que dirigen bien sean tenidos por dignos de doble honor, especialmente los que trabajan arduamente en la palabra y en la enseñanza. Porque la Escritura dice: No pondrás bozal al buey que trilla. Además: “El obrero es digno de su salario”.
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Los primeros versos de este capítulo son muy lindos porque Pablo está enseñando a este joven pastor cómo debe ser el trato con los demás miembros de la iglesia. Así como la iglesia debe respetar a Timoteo, también Timoteo debe mostrar respeto y un buen trato con las personas que él está pastoreando.
Pienso que si todos nos tratamos de la misma manera, siempre vamos a honrarnos y vamos a evitar varios inconvenientes y malentendidos.
A los ancianos, hay que darles su lugar de honor; y cuando hay que corregirlos, hay que hacerlo con respeto como a nuestros padres. A los jóvenes, verlos como hermanos; y a las señoritas, respetarlas y honrarlas.
La siguiente enseñanza es la que vamos a reflexionar el día de hoy y es la forma en que debemos tomar responsabilidad por los miembros de nuestro hogar.
Pablo instauró el programa social que en la iglesia se estableció con los primeros diáconos en Jerusalén y fue atender a las viudas y a los huérfanos. Pero habían personas que abusaban de este ministerio, llevando a sus mamás ancianas para que la iglesia cuidara de ellas y ellos se desentendieran de las necesidades básicas como vivienda y comida. Pablo pone un orden y muestra que las viudas jóvenes deberían restablecer sus vidas casándose otra vez y criar hijos como cualquier otra familia. Y que las ancianas viudas fueran sostenidas por sus propios hijos y parientes. Las personas que no hagan esto, serán consideradas como incrédulos, que no tienen el temor de Dios ni conocen la Palabra del Señor.
La exhortación del apóstol Pablo es tan seria que él los compara como alguien que haya negado y abandonado la fe. Es un deber moral y espiritual hacerse cargo de los seres queridos que ya no tienen fuerzas para ganarse el pan con su trabajo.
Así que, podemos mirar que hay acciones que son principios morales que nos identifican como cristianos, y que si no los practicamos, de nada serviría nuestro cristianismo. 😇
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