1 Tesalonicenses 1:1-10 RVA2015
"Pablo, Silas y Timoteo, a la iglesia de los tesalonicenses, en Dios Padre y en el Señor Jesucristo: Gracia a ustedes y paz. Damos siempre gracias a Dios por todos ustedes, haciendo mención de ustedes en nuestras oraciones. Nos acordamos sin cesar, delante del Dios y Padre nuestro, de la obra de su fe, del trabajo de su amor y de la perseverancia de su esperanza en nuestro Señor Jesucristo. Porque hemos conocido, hermanos amados de Dios, su elección; por cuanto nuestro evangelio no llegó a ustedes solo en palabras, sino también en poder y en el Espíritu Santo, y en plena convicción. Ustedes saben de qué manera actuamos entre ustedes a favor de ustedes. También se hicieron imitadores de nosotros y del Señor, recibiendo la palabra en medio de gran tribulación, con gozo del Espíritu Santo; de tal manera que han sido ejemplo a todos los creyentes en Macedonia y en Acaya. Porque la palabra del Señor ha resonado desde ustedes, no solo en Macedonia y en Acaya sino que también su fe en Dios se ha extendido a todo lugar, de modo que nosotros no tenemos necesidad de decir nada. Pues ellos mismos cuentan de nosotros la buena recepción que tuvimos por parte de ustedes, y cómo ustedes se convirtieron de los ídolos a Dios para servir al Dios vivo y verdadero y para esperar de los cielos a su Hijo, a quien resucitó de entre los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera."
Vamos a comenzar a estudiar una nueva carta del apóstol Pablo. La iglesia de Tesalónica es una iglesia muy bonita con una fe fuerte.
Esta Iglesia era muy amada por el apóstol Pablo por la forma en que ellos abrazaron el evangelio. Es muy posible que ellos hayan abrazado el evangelio de esta forma tan admirable y ejemplar debido a que ellos fueron testigos de la forma en que Pablo y sus colaboradores sufrieron por llevarles el evangelio.
Si quieres aprender más de los comienzos de esta iglesia lee el capítulo 17 de Los Hechos.
Como hemos aprendido el apóstol Pablo siempre reconoce las cualidades especiales de cada iglesia en la forma en que han aceptado el evangelio y de cómo han crecido y madurado en el Señor. Los Tesalonicenses se caracterizaron por haber desarrollado la habilidad de transmitir el evangelio con su ejemplo. Ellos se encargaron de seguir al pie de la letra las enseñanzas del apóstol Pablo y de los pastores que los guiaban por el camino del Señor. Se destacaron en el servicio a los santos de Dios, de forma tan efectiva, que en las demás iglesias de la región se hablaban de las acciones de amor y de los dones del espíritu que se movían en esta iglesia. Las ofrendas que daban, el apoyo a la obra misionera, la dedicación al crecimiento del Reino de Dios y, en general, el fruto del espíritu era evidente en los cristianos de Tesalónica.
Su ejemplo resonaba como el eco de una canción tocada en un concierto, que se escucha a varios kilómetros de distancia y que es imposible callar!
Aprendamos hoy de la iglesia en Tesalónica para que podamos crear un impacto como la onda de una explosión que, cuando estalla, hace vibrar los edificios que están ubicados a muchos bloques a la redonda. Que nuestras familias vivan una vida cristiana tan excelente que marquen y hagan la diferencia de una verdadera familia cristiana en el vecindario, en el barrio y en nuestra ciudad. Sí es posible hacer de nuestra congregación una congregación que sobresalga por su amor y entrega por Jesucristo.
Consideremos.
¿Estamos dejando huella a donde quiera que vamos?
Estamos escondiendo el mensaje o lo estamos amplificando para que muchos crean y vean a Jesucristo en nuestras vidas?
Soy tu amigo Eduardo Rodríguez. Que el señor escuche tu oración y que puedas amplificar con tu vida el mensaje del evangelio.
No olvides leer todo el capítulo completo.
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