📖Efesios 3:12-21 RVA2015:
"En él tenemos libertad y acceso a Dios con confianza por medio de la fe en él. Por tanto, les pido que no se desanimen por mis tribulaciones a favor de ustedes, pues ellas son la gloria de ustedes. Por esta razón doblo mis rodillas ante el Padre, de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra, a fin de que, conforme a las riquezas de su gloria, les conceda ser fortalecidos con poder por su Espíritu en el hombre interior para que Cristo habite en sus corazones por medio de la fe de modo que, siendo arraigados y fundamentados en amor, ustedes sean plenamente capaces de comprender, junto con todos los santos, cuál es la anchura, la longitud, la altura y la profundidad, y de conocer el amor de Cristo que sobrepasa todo conocimiento para que así sean llenos de toda la plenitud de Dios. Y a aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o pensamos, según el poder que actúa en nosotros, a él sea la gloria en la iglesia y en Cristo Jesús, por todas las generaciones de todas las edades, para siempre. Amén."
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En este capítulo podemos aprender muchísimas cosas pero quiero que notemos la última parte de este capítulo. El apóstol nos enseña la necesidad de que profundicemos nuestro conocimiento y nuestra experiencia espiritual. Que avancemos y crezcamos para que podamos comprender las dimensiones del amor de Dios.
Ese es un tema muy lindo porque nos muestra que, para entender a Dios, no debemos verlo de una sola forma, sino que se manifiesta de muchas maneras. Cada día te vas a sorprender al mirar el amor de Dios obrando de muchas formas en tu vida.
Sin embargo, quiero aprovechar este corto tiempo para que entendamos la forma en que Dios nos concede las peticiones del corazón.
Primero, Pablo atribuye al Señor todo poder. Él es el único que tiene la capacidad de escuchar nuestras necesidades cuando se las presentamos y también Él da más de lo que pedimos y aún de lo que podemos entender, pues el Señor no sólo da lo que le pedimos, sino lo que nos conviene. Muchas veces en el desespero y en la duda pedimos cosas que no nos conviene y pedimos mal, pero Dios siempre nos sorprende dándonos mucho más de lo que le hayamos pedido. A veces queremos enseñarle a Dios cómo hacer las cosas y cómo obrar en las vidas de nuestras familias, pero resulta que ¡Dios tiene un plan majestuoso para demostrar Su gloria con poder y sorprendernos en esa obra milagrosa!
Ahora que entendemos el gran poder de Dios que es ilimitado y sorprendente, existe una condición: qué clase de poder hay en nosotros.
El apóstol Pablo le dijo a Timoteo que nosotros no tenemos espíritu de cobardía, sino de poder, amor y dominio propio. Como humanos, el miedo y el temor son los primeros que aparecen en nuestra mente, pero como cristianos debemos ejercitar el poder de Dios que hay en nosotros para que el Señor pueda derramar sus bendiciones y contestar nuestras peticiones. ¡Activa ese poder de fe, esperanza y perseverancia!
Como personas y hogares de pacto, créeme que el Señor te dará más de lo que tú pides, solamente confía en Él y sigue siendo fiel, sirviendo al Señor con todo tu corazón entregando tu juventud a Él, guardando tu corazón, tu mente y tu cuerpo de acciones impuras, siéndole fiel a tu esposo o esposa, cuidando de tus hijos, guiándolos en el camino del señor, y honrando al señor con todo lo que tienes y lo que eres.
Haz lo que está a tu alcance, pues eso es lo que podemos hacer posible, y lo imposible déjaselo al Señor que Él es el experto en esa área.
Consideremos:
¿Comprendo el poder ilimitado de Dios?
¿Pierdo la fe fácilmente o ejercito mi fe para que se haga más fuerte?
Soy tu amigo Eduardo Rodríguez. No olvide leer todo el capítulo. Que el Señor escuche tu oración y que actúes con poder para creerle.
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