Notas en Español e inglés 👇
Números 6: La bendición sacerdotal.
Números 6:22-27:
El SEÑOR habló a Moisés diciendo: “Habla a Aarón y a sus hijos, y diles que así bendecirán a los hijos de Israel. Díganles:
‘El SEÑOR te bendiga y te guarde. El SEÑOR haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia. El SEÑOR levante hacia ti su rostro, y ponga en ti paz’.
“Así invocarán mi nombre sobre los hijos de Israel, y yo los bendeciré”.
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Desde que empezamos este estudio del Antiguo Testamento, especialmente desde Éxodo, hemos visto el orden impuesto por Dios del sacerdocio, y hemos visto que este es un modelo simbólico de lo que Dios haría con todos aquellos que creyeran en Él.
Incluso fuera de la ley de Moises que indicaba que los sacerdotes serían solo de la tribu de Leví; ahora, en Cristo Jesús, todo aquel que cree en Él serán llamados reyes y sacerdotes para Dios.
1 Pedro 2:9 dice: “Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido, para que anuncien las virtudes de aquel que los ha llamado de las tinieblas a su luz admirable.”
Esto nos da la autoridad y la gran responsabilidad sobre nuestras familias. Debemos tomar muy seriamente nuestro rol de sacerdotes del hogar para guiar con solemnidad nuestras familias, dando un buen ejemplo para que ellos nos tomen en serio, lo que les aconsejamos y las oraciones que hacemos sobre ellos.
Animo mucho a los varones que valoren su posición de esposos y padres para que ejerciten este ministerio. Que su comportamiento aplacado, sobrio y prudente transmita seguridad y respeto ante los miembros de su casa. También a las esposas y madres a que también tomen su posición en su casa y usen las palabras adecuadas, de sabiduría y compasión para que sus palabras sean de bendición sobre su familia.
Cuando creemos que Dios ha puesto este ministerio en nuestras manos y lo ejercitamos, Dios escuchará nuestras oraciones cuando bendecimos nuestros hogares. De la misma forma en que en la antigüedad Moisés y Aarón bendijeron al pueblo con esta bendición especial, igualmente nosotros tenemos acceso a la presencia de Dios para que esta bendición se transmita a nuestro matrimonio y el fruto de esa unión: nuestros hijos.
Cuando los bendecimos de esa manera, no habrá maldición, embrujo o cualquier cosa que alguien atente contra nosotros. Seremos protegidos y bendecidos por el nombre del Señor, conforme a esta promesa.
Cuando presentamos a nuestros niños al Señor en la congregación, el pastor toma a nuestros niños en sus manos y hace esta oración. Pero no nos conformemos solo con la bendición del pastor, debemos constantemente bendecir también a nuestros hijos, recordándoles que ellos fueron presentados un día ante la congregación y que ellos también tienen una responsabilidad de mantenerse en los caminos de Dios, que ellos son diferentes, especiales, que no deben seguir todas las corrientes ni costumbres que sus amigos practiquen, que ellos cuentan con una bendición especial para que el enemigo no los toque.
Jóvenes y niños también deberían comenzar a ejercitar este ministerio, orando por sus hermanos y aun sobre sus padres, compartiendo palabras de vida eterna de la Palabra de Dios y ejercitando los dones del Espíritu Santo.
Soy tu amigo y hermano Eduardo Rodríguez. Que el Señor escuche tus oraciones sacerdotales sobre tu familia.
🇺🇲
Numbers 6: The Priestly Blessing.
Numbers 6: 22-27:
And the Lord spoke to Moses, saying: “Speak to Aaron and his sons, saying, ‘This is the way you shall bless the children of Israel. Say to them:
“The Lord bless you and keep you; the Lord make His face shine upon you, and be gracious to you; the Lord lift up His countenance upon you, and give you peace.” ’
“So they shall put My name on the children of Israel, and I will bless them.”
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Since we began this study of the Old Testament, especially since Exodus, we have seen the God-imposed order of the priesthood, and we have seen that this is a symbolic model of what God would do to all those who would believe in Him.
Even outside of the law of Moses that indicated that the priests would only be from the tribe of Levi; now, in Christ Jesus, everyone who believes in Him will be called kings and priests to God.
1 Peter 2:9 says: “But you are a chosen generation, a royal priesthood, a holy nation, His own special people, that you may proclaim the praises of Him who called you out of darkness into His marvelous light;...”
This gives us authority and great responsibility over our families. We must take very seriously our role as priests of the home to solemnly guide our families, setting a good example so that they take us seriously, what we advise them and the prayers we make for them.
I highly encourage men who value their position as husbands and fathers to exercise this ministry. May your placated, sober and prudent behavior convey security and respect to the members of your household.
Also to the wives and mothers to also take their position in their home and use the right words of wisdom and compassion so that their words are a blessing to their family.
When we believe that God has placed this ministry in our hands and we exercise it, God will hear our prayers as we bless our homes. In the same way that Moses and Aaron in ancient times blessed the people with this special blessing, we also have access to the presence of God so that this blessing is transmitted to our marriage and the fruit of that union: our children.
When we bless them in this way, there will be no curse, bewitchment or anything that someone will do against us. We will be protected and blessed by the name of the Lord, according to this promise.
When we present our children to the Lord in the congregation, the pastor takes our children in his hands and he prays this prayer. But let's not settle for just the blessing of the pastor, we must constantly bless our children as well, reminding them that they were presented one day before the congregation and that they also have a responsibility to stay in God's ways, that they are different, special, that they should not follow all the currents or customs that their friends practice, that they have a special blessing so that the enemy does not touch them.
Young people and children should also begin to exercise this ministry, praying for their brothers and sisters and even their parents, sharing words of eternal life from the Word of God and exercising the gifts of the Holy Spirit.
I am your friend and brother Eduardo Rodríguez. May the Lord hear your priestly prayers over your family.
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