A medida que subimos más alto, la cantidad de aire alrededor disminuye porque la atmósfera es más delgada. Esto significa que hay menos oxígeno disponible para respirar, lo que hace que escalar montañas tan altas sea un reto para el cuerpo.
Los glaciares son grandes masas de hielo que se forman en lugares muy fríos, como las cimas de las montañas. Son importantes porque almacenan agua dulce, enfrían el planeta y mantienen el equilibrio de los ecosistemas. Sin embargo, están en peligro porque el planeta se está calentando, lo que hace que se derritan más rápido de lo que deberían. Para ayudar, podemos cuidar el medio ambiente usando menos energía, reciclando y plantando árboles.
Escalar el Everest, o cualquier montaña, requiere mucha preparación física y mental. Las personas necesitan entrenar su cuerpo para soportar largas caminatas y cargar peso en condiciones extremas, además de practicar en montañas más pequeñas. También deben aprender a usar equipo especial como cuerdas, crampones (ganchos para caminar en hielo) y tanques de oxígeno. Por si fuera poco, necesitan conocer sobre los riesgos de la altitud y el frío extremo para mantenerse seguros durante la expedición.
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