Muchos hemos notado que en nuestra comunidad cristiana hay un grupo de personas que durante determinada edad suelen involucrarse menos, no participan en las actividades de la iglesia y eventualmente abandonan la iglesia.
Es tan evidente esto, que en la mayoría de las congregaciones hay una brecha o vacío de integrantes de estas edades. Es cierto que este no es un problema nuevo, de hecho, los jóvenes tienen décadas abandonando la iglesia por distintas razones.
¿Cuales son las principales causas por las que los jóvenes abandonan la iglesia?
¿De qué manera las comunidades de fe reaccionan ante esta situación?
¿Cómo podemos atender adecuadamente las necesidades de la juventud cristiana?
Para tratar este tema tan interesante hablaremos con dos jóvenes hijos de pastores: Luis David Barboza, quien nos acompaña desde Buenos Aires, Argentina y una joven a quien para proteger su identidad llamaremos Angélica.