Honestamente siempre he vivido con la idea de que los regios somos personas cerradas: cautelosas al escoger nuestro círculo social y a quien incluimos. Y este tipo de actitudes me hizo pasar tiempos incómodos durante la secundaria, los cuales regresaron al momento de llegar a Seattle y volver a convivir con regios. Hablemos un poco sobre qué es esto de ser cerrado, cómo puede hacer sentir a uno y qué podemos hacer para que no nos afecten las actitudes o decisiones de los demás en torno a invitarnos o no.