El último enemigo al cual Cristo Jesús aún debe vencer es la muerte. Y eso ocurrirá muy pronto, en su Segunda Venida. El problema de la Iglesia de Corinto, era que había personas que no creían en la resurrección. Por eso Pablo dedicará todo este capítulo a hablar sobre la realidad de la resurrección. Primero, la resurrección es real, porque estaba profetizado que así ocurriría. Tanto la muerte, como la sepultura, y posterior Resurrección de Jesús estaban profetizadas. Todo esto lo puedes encontrar en Isaías 53. Ahí está la profecía más clara sobre lo que tenía que pasar con el Mesías.
Segundo: la resurrección es real, porque hay muchísimos testigos que vieron a Cristo resucitado: Primero se menciona a Pedro (Cefas). Luego al resto de los apóstoles. Luego Cristo fue visto por más de 500 hermanos. Y por último, Cristo se le apareció a Pablo.
La resurrección es real. Y esa es nuestra esperanza. Podemos creer en la resurrección, porque Cristo venció la muerte. Y muy pronto, cuando Cristo venga, el destruirá a la muerte; y entonces ya no habrá más muerte. Todos los que hayan creído el evangelio disfrutarán de la vida eterna. En el cielo no habrá más muerte, más llanto. No habrá más dolor ni clamor. Todo será paz y felicidad. Cree en Jesús. Aférrate a esta esperanza. Que el Señor te bendiga.