Esta es la despedida y los encargos finales del apóstol Pablo a la iglesia de Corinto. ¿Qué mensaje podemos encontrar aquí para nuestra vida?
Pablo les habla de su intención de visitarlos, y de quedarse un tiempo con ellos. Pero mientras as se despide, les hace este encargo final: ¡Estén alertas! ¿Alertas contra qué? No lo dice explícitamente. Pero al parecer Pablo los está previniendo contra los falsos maestros. Es decir, Pablo le pide a la iglesia que no baje la guardia. Que se mantengan alertas. Que no confíen inmediatamente en cualquier predicador que llegue queriendo entregarles algún mensaje “especial”. La iglesia debía permanecer alerta, pero a la misma vez debían reconocer y someterse a Estéfanas. Al parecer ellos no conocían a este líder. Pero Pablo aquí lo envía con una carta de recomendación: fue el primero en convertirse al cristianismo en Grecia. Trabaja muy duro para el Señor.
Aquí hay un equilibrio: estén firmes y valientes; pero hagan todo con amor. La firmeza no debe eliminar el amor, la simpatía, los buenos modales, la cortesía, la bondad. A la misma vez, el amor no debe hacer que bajemos la guardia, o que dejemos pasar las cosas. No. Hay que ser firmes.
La iglesia de Corinto no era para nada sencilla. Pablo tiene que pedirles que traten con bondad y cariño al joven predicador Timoteo. Es decir, esta era una iglesia que hasta a veces tenía problemas con la autoridad. Pablo tiene que enseñarles a respetar y a saber reconocer a los que verdaderamente trabajan por el Señor. Que Dios siempre nos ayude a ser equilibrados y sensatos. Permanezcamos firmes, valientes y fuertes. Que el Señor te bendiga.
