El libro de Crónicas, cómo ya te habrás dado cuenta, tiene un fuerte énfasis en nombres, genealogías, e historia. El autor del libro coménzo hablando de todos los que volvieron del destierro en Babilonia; y ahora nos va a contar la historia, cómo se desarrolló, hasta llegar al destierro. El capítulo de hoy nos muestra cómo, de poco, David empezó a ganar adherentes a su causa. Aquí todavía no llegaba a ser rey. Y es interesante que incluso, de la misma tribu de su enemigo, del rey Saúl, lo buscaron para unirse a él. David en un principio desconfió y les preguntó si lo traicionarían. Ellos juraron que no lo harían. Dijeron: "¡Somos tuyos, David! Estamos de tu lado, hijo de Isaí. Que la paz y la prosperidad sean contigo, y el éxito con todos los que te brindan ayuda, pues tu Dios es el que te ayuda". Ellos reconocían que Dios estaba con David. Es posible que implícitamente también estuviesen reconociendo que Dios ya había abandonado a Saúl. Pero el grupo de hombres que quiero destacar hoy, son de la tribu de Isacar. A diferencia de otras tribus, que aportaron numerosos guerreros valientes para la causa de David, esta tribu solo aportó 200. Pero quiero que te fijes en cuales eran sus cualidades: "Todos estos hombres entendían las señales de los tiempos y sabían cuál era el mejor camino para Israel". Esta es una cualidad muy importante, y hoy más que nunca - poder discernir los tiempos en qué estamos viviendo y saber qué es lo mejor para Israel. Esto nos habla de sabiduría, de discernimiento, de perspicacia. Mi queridos amigos: pidamos a Dios sabiduría. Es importante que nos demos cuenta de las señales de los tiempos. Todo apunta a que Cristo viene pronto. Y es escencial que tú y yo nos preparemos. Que el Señor te bendiga.