El capítulo de hoy se centra en los otros edificios que construyó el rey Salomón, y en Hiram, el artesano que se dedicó a embellecer el Templo, con decoraciones y implementos realmente impresionantes. Entre los otros edificios se menciona la Sala de los juicios, un palacio para su esposa egipcia, y la Casa del Líbano, por todas las columnas de cedro que tenía. Salomón hizo amplio uso del cedro en todas sus construcciones. También se mencionan grandes piedras labradas, muy costosas. Todo el bronce que utilizó, se traía de muy lejos. Salomón tuvo que haber gastado una fortuna en todo lo que hizo. Pero no deja de llamar la atención, que para construir el Templo Salomón tardó 7 años; pero para construir su palacio tardó 13 años...es decir, casi del doble. No solo era un edificio mucho más grande que el Templo, sino que se describe su belleza y su lujo. Pero creo que esto ya nos puede dar una idea del peligro de tener tanto dinero. Salomón, aunque hizo un gran templo para el Señor, gastó mucho más también para construir su propio palacio. Dios tenía un lugar importante en su corazón; pero el primer lugar lo seguía ocupando el mismo. Aquí vemos un poco de su vanidad, y de su orgullo. Debemos tener cuidado de que las mismas bendiciones de Dios, no se transformen en una trampa para nuestras vidas. Dios siempre tiene que ocupar el primer lugar en nuestras vidas. No le des a Dios lo que te sobra. Dale el primer lugar, y siempre lo mejor. Que el Señor te bendiga.
