Icabod fue el nombre que la esposa de Finés le puso a su hijo con su último aliento. Ella murió al dar a luz. El nombre significa "no más gloria", ya que el su esposo y su suegro habían muerto, pero por sobre todo porque el Arca del Pacto había sido capturada por los filisteos. Israel estaba en guerra con los filisteos, y en un primer encuentro los filisteos derrotaron a Israel, dando muerte a 4000 hombres. Los caudillos de Israel se pusieron a pensar en una solución, y se les ocurrió traer el Arca del Pacto, que simbolizaba la presencia de Dios. Razonaron, "si Dios va con nosotros al campo de batalla, no podremos ser derrotados". Pero fueron derrotados. ¿Por qué? Porque estaban usando el Arca del Pacto como un amuleto. En vez de proclamar un ayuno y oración, confesar sus pecados, y apartarse de ellos, y pedir a Dios en oración la liberación de sus enemigos, Israel pensó en la solución más fácil. Nosotros también podemos cometer el mismo error. Nosotros también podemos llegar a pensar que Dios va a estar con nosotros porque traemos la Biblia, o algún otro objeto religioso. ¡Mucho cuidado! No debemos encasillar a Dios a un mero objeto. ¡Dios es mucho más grande y sublime!! Lo que Dios quiere de nosotros es fe y obediencia. No trates a Dios como un amuleto. No pienses que Dios está obligado a bendecirte solo porque repetir cierto tipo de oración. Si nuestra vida no se amolda a su Palabra, y no hay una conexión viva con Él, no importa cuantos amuletos tengas, Dios no va a estar contigo. Busca a Dios de todo corazón. Búscalo en oración. Búscalo en su Palabra. Solo así Él te podrá dar la victoria. Que el Señor te bendiga.