Mucho antes de que el Estado se hiciera cargo de la salud de sus ciudadanos, y de una ayuda social para los más vulnerables, la iglesia ya lo había estado haciendo hace mucho tiempo. Porque la iglesia entiende que debe amar a su prójimo como a sí mismo. Pero aún así se debía tener lineamientos claros sobre quienes deberían recibir esta ayuda. Te invito a leer este capítulo de la Biblia, y a escuchar esta breve reflexión sobre lo que aquí se nos enseña. Que el Señor te bendiga.
