Listen

Description

Jerusalén resistió el sitio de los babilonios por dos largos años. Pero cuando una ciudad es sitiada, tarde o temprano el hambre se vuelve insoportable. Así fue como el rey y los soldados trataron de huir de la ciudad. Solo para ser alcanzados cerca de Jericó por los babilonios. La sentencia contra Sedequías fue que viera mientras masacraban a sus hijos; y luego le sacaron los ojos. Eso fue lo último que vio. Lo triste es que no debió terminar así. Dios le había enviado al profeta Jeremías. Si tan solo hubiese hecho caso a los mensajes de Dios, todo hubiese sido muy distinto. Los Babilonios quemaron el templo, el palacio, y los principales edificios en Jerusalén. Luego derribaron los muros. Jerusalén quedó totalmente en ruinas. Pero ni aún así el pueblo entendió ni mucho menos se arrepintió. Vemos que después Ismael se levantó contra Gedalías, y lo mató. Dios finalemente cumplió lo que había dicho sobre Judá. Dios derramó sus juicios contra su pueblo, a causa de su rebeldía y su desobediencia. 
Pero el capítulo termina con una nota positiva. Después de 37 años en el cautiverio, el rey de Babilonia Evil-merodac tuvo compasión del rey Joaquín, y lo sacó de la cárcel. Es muy probable que Joaquín se haya arrepentido mientras estuvo en la cárcel. Y Dios, en su misericordia, lo sacó de la cárcel. Que Dios nos ayude a vivir una vida de obediencia y sumisión a Dios y a su Palabra. Que el Señor te bendiga.