La historia de hoy es un apéndice de diferentes eventos en la vida del rey David. Primero se trata el tema de la justicia. El rey Saúl había atacado a los gabaonitas, un pueblo que había concertado un tratado de paz con Israel en los tiempos de Josué. Como sabemos, el rey Saúl se había vuelto paranoico, y sentía temor de todas partes. En todas partes veía conspiraciones y peligros. No tenemos registro de cuándo ocurrió esto, pero aquí se nos deja ver que la sequía que estaba azotando a Israel, era en realidad una maldición por este pecado de Saúl. David preguntó a los gabaonitas que se necesitaba para hacer justicia. Y ellos pidieron 7 descendientes de Saúl, para ser ahorcados. Una vez que se realizó la venganza, y se sepultaron los cuerpos, Dios volvió a bendecir a Israel.
El siguiente apéndice nos habla de las victorias de Israel sobre los filisteos, y especialmente sobre sus gigantes. Uno de ellos casi mató a David. Y de ahí en adelante, sus oficiales decidieron que él no los acompañaría más al campo de batalla; ya que la muerte del rey, sería un duro golpe para la nación. Aquí se nos habla de la muerte de 4 gigantes de los filisteos. David ya había matado uno hace mucho tiempo atrás. Aquí se menciona la muerte del hermano de Goliat. Eran hombres muy altos y muy fuertes; y uno de ellos hasta tenía una extraña malformación: tenía un total de 24 dedos. Claramente tenían un defecto genético. Pero su gran porte y su gran fuerza, no fue suficiente para vencer a Israel.
No importa cuán grande sean tus enemigos. No importan cuán amenazantes te puedan parecer. El Señor es quién pelea por su pueblo, y Él le dará la victoria sobre todos sus enemigos. Confía siempre en el Señor. Que el Señor te bendiga.