Lamentablemente siempre hay personas que creen que las reglas para ellos no se aplican. Creen que pueden hacer lo que se les da la gana, y que el resto simplemente debe aceptar su comportamiento, aunque este sea descortés o desagradable. Pablo nos dice que la iglesia debe alejarse de aquellos hermanos que no obedecen las reglas de la sana convivencia de la Iglesia. Así como toda familia tiene reglas que se deben respetar, así también la iglesia. Y quienes insistieran en no respetar, debían recibir una reprensión. Que Dios nos ayude a ser tiernos y amantes como iglesia, pero firmes cuando se trata de rebeldía e insubordinación. Que el Señor te bendiga.
