En el último capítulo de la Biblia, se reafirma el pronto regreso de Jesús. El Señor mismo dice: "Yo vengo pronto". El Espíritu Santo y la Esposa (que es la iglesia) responden: "¡ Ven!" . Luego Jesús vuelve a decir: "Ciertamente vengo en breve", y Juan responde: "¡Amén!, ¡Ven, Señor Jesús!". Nuestro mayor anhelo, como hijos de Dios, es que Jesús vuelva pronto. Jesús muy pronto vendrá a buscar a los suyos, para llevarlos a su hogar. Debemos prepararnos para ese encuentro con Él. Debemos lavar nuestras ropas. Debemos seguir santificándonos. Debemos seguir practicando la justicia. Este mundo no es nuestro hogar. No debemos sentirnos demasiado cómodos en este lugar, que no es nuestro verdadero hogar. Debemos anhelar el hogar celestial. Debemos poner allá todas nuestras esperanzas y todos nuestros anhelos. Este mundo cada vez está más sumido en la oscuridad. Cada vez está más violento, más lleno de odio, más lleno de maldad e inmundicia. Pareciera que la humanidad está a punto de autodestruirse. Necesitamos que venga el Salvador. Pero hasta que Él no venga, no dejemos de cumplir nuestra misión. Aún hay muchos que no conocen el Plan de Salvación. Hay muchos que no saben qué es lo que va a pasar. Compartamos con el mundo nuestra esperanza: Cristo viene pronto. ¡Maranatha! ¡Sí! ¡Ven, Señor Jesús!