En la apertura de los sellos, Dios nos muestra el futuro. El primer caballo, el blanco, y su jinete que sale para vencer representa al inicio de la predicación del Evangelio. Este caballo no trae destrucción. Su color blanco representa la pureza de su mensaje y de su obra. El caballo rojo representa la persecución sangrienta que el Imperio Romano trajo sobre la iglesia. Satanás estaba decidido a acabar con los cristianos, y usó la espada para asolar la iglesia. Pero su plan no funcionó. Cada vez que un cristiano moría, ya sea en el circo romano, o en las cárceles, su sangre era como una semilla. Su testimonio era tan poderoso, y su valor y coraje frente a la muerte tan admirable, que muchos empezaban a creer en el evangelio al ver cómo ellos eran fieles hasta la muerte. El tercer caballo, el negro, representa la época oscura de la Edad Media. Satanás entendió que la mejor forma de destruir a la iglesia, no era con la espada, sino con el engaño y la mentira. El hambre que trae este jinete, representa el hambre de la Palabra de Dios. Durante la Edad Media los creyentes no tenían acceso a la Biblia. Se determinó que solo el clero podía leer e interpretar correctamente la Palabra de Dios. Esto permitió que la gente fuera fácilmente engañada y apartada de la verdad. El caballo amarillo representa a la muerte. Esta es la iglesia que tiene nombre de estar viva, pero en realidad está muerta. Es la época más oscura dentro del pueblo de Dios. El quinto sello nos muestra a todos los decapitados por predicar la Palabra de Dios. Muchos ven aquí una alusión a los mártires de entre los reformadores. Dios levantó a muchos fieles predicadores que les mostraron al pueblo los errores teológicos de su tiempo. Pero la iglesia los silenció con la muerte. No es que ellos literalmente estén clamando por justicia. Este es un lenguaje simbólico. Dios no los ha olvidado; pero todavía deben esperar un poco más de tiempo, ya que falta una última gran persecución que se levantará en toda la tierra. El sexto sello nos prepara para la Segunda Venida de Cristo. Nos presenta el terror de muchos, que saben que la hora del juicio de Dios ha llegado. ¿Quién podrá sobrevivir y permanecer en pie en ese juicio? La respuesta está en el capítulo 7. Dios está en control de la historia. Él nos revela el final desde el principio. Prepárate para encontrarte con tu Dios. Que el Señor te bendiga.
