Las trompetas eran usadas en el AT para anunciar los cultos, el inicio de las festividades religiosas, y también para anunciar las batallas. Se hacía sonar la trompeta para avisar la proximidad del enemigo invasor. Las trompetas de apocalipsis son los juicios de Dios contra los impíos. Estos castigos no tocarán a los hijos de Dios. Aquellos que hayan sido sellados por Dios, no sufrirán estos castigos. Claro que serán tiempos muy difíciles y angustiantes; por eso se dice que el pueblo de Dios debe pasar por la última gran tribulación. Pero todos aquellos que creen, se relacionan, y viven para Dios serán librados de estas plagas. Así como Dios libró a su pueblo de Egipto con mano alzada, es decir, desplegando todo su poder, también lo hará así en el tiempo del fin. Lo más interesante de este capítulo, es que a pesar de que los castigos son terribles, y sobrenaturales, los pecadores siguen en sus pecados. No se arrepienten. Nada los conmueve. Nada los lleva a buscar a Dios y a apartarse de su vida pecaminosa. Están completamente endurecidos por el pecado, y no tienen ya ninguna sensibilidad. Que el Señor nos libre de que algo así nos pase. Busca a Dios mientras pueda ser hallado. Antes de que sea demasiado tarde. Que el Señor te bendiga.