El apóstol Juan fue desterrado a una pequeña isla, llamada Patmos, al norte de Grecia. El emperador Domiciano creyó que al mandarlo a ese remoto lugar, silenciaría para siempre al anciano apóstol. Pero fue en ese lugar, donde Juan recibió las más excelsas visiones sobre las realidades celestiales. Juan recibió un mensaje que fortalecería a la iglesia a través de las edades; por lo tanto, ningún emperador puede silenciar jamás a Dios. Apocalipsis, al igual que el libro de Daniel, contiene visiones, las cuales mayormente son símbolos que deben ser interpretados. No es una lectura fácil. Pero es una lectura que todos deben realizar. Hay una bendición que Dios promete a los que leen, escuchan, y guardan, obedecen lo que enseña este libro. Mi oración es que al leer Apocalipsis, tu fe crezca, se fortalezca, y se comente en la Palabra de Dios. Que el Señor te bendiga.