Hay muchas formas de decir te amo. Y una forma muy poderosa de decirlo es con la mirada. A veces no son necesarias la palabras. Se nota fácilmente por la forma en que se miran. A veces, son miradas de admiración. A veces de deseo. A veces de “te necesito”. Pero lo cierto es que nunca debes de dejar de decir “te amo” a tu esposa (o). Que tus ojos, tus pensamientos, y tu corazón siempre pertenezcan exclusivamente a el amor de tu juventud. Que el Señor te bendiga.