Salomón escribió este libro en su vejez. Y en él hace declaraciones un tanto perturbadoras. Aquí confiesa que se entregó a la embriaguez, y vivió una vida frívola. Es decir, empezó a vivir como alguien que no conoce a Dios. Tuvo muchas mujeres. Pero nada lo llenaba. Nada lo satisfacía. Y claro, si al vivir una vida así, lejos de Dios, es imposible ser feliz. Solo Dios puede llenar el vacío en nuestro corazón. Por eso él dice una y otra vez: Todo es vano. Todo es inútil. Es como sí Salomón hubiera caído en una depresión, y veía todo oscuro y sombrío. Pero eso pasa cuando nos alejamos de Dios. Solo Dios nos puede dar gozo y felicidad. No te alejes de Dios buscando tu felicidad. Permite que Dios sea tu felicidad. Que el Señor te bendiga.