En la carta a los efesios, Pablo se explaya en el misterio de Dios. Un misterio es algo que es difícil de entender. ¿Por qué lo que Dios hace tendría que ser un misterio? Somos seres humanos. Aunque podemos ser muy inteligentes, no podemos compararnos con Dios. Dios tiene sus tiempos, y Dios también tiene sus planes, los cuales no siempre van a ser sencillos de entender para nosotros. El plan de Dios siempre ha sido salvar a la humanidad. Y para ello Dios eligió a un pueblo: la descendencia de Abraham. A través de Abraham Dios bendeciría a todo el mundo. Pero quien bendeciría a todo el mundo en realidad era el Mesías - Cristo Jesús. Y a través de su sacrificio, Cristo abriría un acceso directo al Padre Celestial. Y todos aquellos que antes estaban fuera de la ciudadanía de Israel, ahora tendrían acceso a Dios, a las promesas, y a la ciudadanía de Israel - no por circuncidarse, o por guardar toda la Ley - sino por creer y aceptar a Jesús como el Hijo de Dios. Todo esto estaba profetizado. Pero aún así muchos no lo entendían. Pero eso Dios levantó a Pablo y a los otros apóstoles, para que explicaran este misterio a todas las naciones.
Vemos también a Pablo orando mucho por los creyentes. ¿Qué es lo que pide? Pide que la iglesia pueda comprender el gran amor de Dios - un amor tan alto, tan ancho, tan profundo, que se va a requerir toda la eternidad para poderlo estudiar. Y Pablo también pide que seamos fortalecidos en el hombre interior. Pablo no pide que Dios quite las pruebas y las persecuciones. No. Pablo pide que todos nosotros seamos fortalecidos. Que el Espíritu Santo te llene de poder y de fortaleza para soportar hasta el final, y que nunca pierdas tu fe. Que el Señor te bendiga.