El apóstol Pablo nos invita a que seamos sabios. Cada uno, en oración y estudiando la Palabra de Dios, debe investigar cuál es la voluntad de Dios para su vida. Debemos tener cuidado con las personas que nos quieran engañar; y hay muchos que pueden usar el Evangelio para decir: "Dios es amor, y todo se vale". "Se feliz! Busca el placer, ama el dinero, embriágate, para apagar el dolor. Haz lo que se te de la gana". Hay muchos que viven solo para el ahora. No piensan en la eternidad. No piensan en el juicio de Dios. Muchos están viviendo como necios. Como tontos. Pablo nos invita a tener mucho cuidado incluso con nuestras conversaciones. Un cristiano no puede andar por la vida haciendo chistes obscenos. La vulgaridad no puede tener cabida en nuestro vocabulario. No nos podemos dejar llevar por nuestras bajas pasiones. La luz de Cristo nos tiene que mostrar todo aquello que Dios aborrece, y el Espíritu Santo va a poner en nosotros el aborrecer lo que antes amábamos. Solo Cristo puede hacer ese cambio en nosotros. Que la luz de Cristo brille fuerte en nuestros corazones. Que nadie nos engañe ni nos confunda. Nos estamos preparando para vivir con Dios por la eternidad. Y cada vez falta menos para ese día glorioso. Que el Señor te bendiga.