Dios le dio dones especiales a su iglesia. Y estos tienen una función muy importante: ayudar en el crecimiento y madurez espiritual de los creyentes. La vida cristiana significa un constante crecimiento: tenemos que llegar a la estatura de Cristo Jesús. ¿Te pareces ya Jesús? ¿Pueden otros ver a Cristo en tu forma de vivir? En la vida espiritual nunca se deja de crecer. Y la iglesia fue establecida para que nos apoyemos mutuamente. Pablo sabía que ese era el ideal. Pero como todos somos personas falibles, él también sabía que surgirían roces, pleitos, y conflictos. Por eso Pablo les ruega a los efesios que se esfuercen por mantener la unidad. Se necesita paciencia, tolerancia, amabilidad, y humildad. Que Dios nos ayude siempre a ser una iglesia que siempre refleja la hermosura de su carácter a un mundo que aún no le conoce. Que el Señor te bendiga.
