Esdras estaba por comenzar el viaje de retorno a Jerusalén. Pero antes, tuvo que hacer tres cosas muy importantes.
1. Contar todo el oro y la plata que llevaban al Templo de Dios. Se contó todo antes de salir, y se contó todo al llegar, junto a los sacerdotes en Jerusalén. Transparencia y fidelidad ante todo.
2. Esdras se dio cuenta que entre los que estaban volviendo no habíán levitas. Así que rápidamente se buscó levitas que estuvieran dispuestos a hacer el viaje de regreso a Jerusalén, y no solamente se encontró levitas dispuestos, sino también servidores del Templo, que eran los ayudantes de los levitas.
3. Pero el punto más importante, antes de este largo y cansador viaje, fue el ayuno. Esdras no quiso pedirle al rey soldados ni caballería, porque Esdras le había dicho al rey que Dios siempre cuidan a quienes le sirven; pero que a la vez castiga a quienes le abandonan. Por eso proclamó el ayuno, para implorarle a Dios que les cuidara en el camino de los posibles peligros o asaltantes. Y Dios los protegió. Llegaron a Jerusalén sin ningún problema.
Siempre que vayas a hacer un viaje importante, no olvides orar y buscar la protección y la dirección de Dios. El ayuno es una forma de buscar a Dios con gran intensidad, rogando su misericordia y sus cuidados. Que el Señor te bendiga.
