Este capítulo es realmente impresionante, y por varias razones:
1. Mardoqueo, quien le había aconsejado a Ester que no revelara su identidad, revela su identidad. Él le contó a sus compañeros de trabajo que él era judío, y que por eso no se postraba delante de Amán.
2. Amán se enfureció tanto con Mardoqueo, que buscó la forma no solo de matarlo a él, sino a todo el pueblo judío.
3. El rey le concedió el pedido a Amán; le entregó su anillo, y le permitió formar un plan para exterminar a ese "pueblo" sin siquiera saber de qué pueblo se trataba. El rey nuevamente mostró ser un necio en decisiones tan importantes.
4. ¿Cómo vemos la mano de Dios en esto? Amán decidió echar suertes (Pur), y la suerte cayó para el mes 12. Es decir, los judíos tendrían un tiempo de gracia (11 meses) para buscar una solución al edicto real que ordenaba su completa destrucción.
El capítulo termina con gran dramatismo. Todo el pueblo estaba en confusión y consternación por este edicto real; mientrás el rey y Amán bebían tranquilamente en el palacio.
Satanás siempre ha querido destruir por completo al pueblo de Dios. Pero Dios siempre aparece como el libertador de los suyos. Aún cuando no lo puedas ver, Dios siempre está obrando a favor de los suyos. Confía en Dios. Él cuidará de ti, especialmente en este nuevo año que comienza. Que el Señor te bendiga.
