No diferenciar entre lo santo y lo profano fue lo que atrajo sobre Israel la ira de Dios. Por eso Dios le pide a Ezequiel que preste mucha atención a estas instrucciones sobre el servicio del nuevo templo. Si quieres que la bendición del Señor recaiga sobre tu casa y sobre tu mesa, debes leer este capítulo (la clave esta casi al final del capítulo). Que Dios nos ayude a entender y a poner en práctica los requerimientos del Señor. Él quiere vivir en medio nuestro. Él nos quiere bendecir. Pero nosotros tenemos que obedecer sus instrucciones. No podemos esperar sus bendiciones sin obediencia y fidelidad. Que el Señor te bendiga.