No podemos buscar ser aceptados por Dios mediante nuestros esfuerzos, ni mediante nuestra obediencia. Somos aceptados y perdonados por Dios, cuando creemos en Cristo Jesús. La iglesia de los Gálatas se estaba alejando de Cristo; y todo por culpa de los falsos maestros. Ellos les estaban enseñando que debían obedecer toda la Ley de Moisés. Los varones, debían circuncidarse. Y eso llevo a Pablo a sentirse muy triste. Los Gálatas habían comenzado muy bien. Cuando creyeron el mensaje, Dios les dio el Espíritu Santo. Pero ahora estaban terminando muy mal. Estaban queriendo obtener el favor de Dios mediante sus propios esfuerzos. Pablo es enfático: quienes quieren salvarse por sus buenas obras, recibirán la maldición de Dios. La salvación no es por obras, para que nadie se gloríe. La salvación solo es mediante la fe en lo que hizo Jesús. Que el Señor te bendiga.
