Babel significa confusión. Dios nuevamente tuvo que intervenir. No había pasado mucho tiempo desde el diluvio, y entonces un grupo de personas decidió construir una ciudad en la tierra de Sinar, y allí quisieron también construir una gran torre, que llegara hasta el cielo. Esto era una directa rebelión contra el mandato de Dios, de ir y llenar la tierra. Ellos no se querían dispersar. Querían permanecer unidos, pero en rebelión contra Dios. Y si Dios decidía enviar otro diluvio (aunque Dios claramente había prometido que nunca más haría algo así) entonces ellos subirían a su torre, y estarían a salvo. ¿Qué hizo Dios? Confundió sus lenguas. Ya no se podían entender, porque comenzaron a hablar diferentes idiomas. Y fue así como se dispersaron, cada uno según su idioma. La unidad es algo que Dios desea para su pueblo. Pero cuando la unidad se levanta contra Dios, entonces se transforma en algo lamentable. Pero así como Dios encontró a Noé, ahora vemos que Dios encontró a Abram, quien sería elegido como el Padre de la fe. Dios sacó a Abram de Ur de los caldeos. Es decir, de la lejana y pagana tierra de Babilonia Dios sacó al que sería el padre del pueblo de Dios. Que Dios nos ayude a estar con quienes le adoran y le buscan, para hacer el bien, y no para hacer el mal. Que el Señor te bendiga.