Génesis parte con la historia de la creación y con la historia de la caída del hombre. En Apocalipsis 12, aprendemos que el Conflicto comenzó en el cielo. Pero aquí vemos que tristemente este conflicto se extendió a la Tierra. Dios creó a Adán y a Eva a su imagen y semejanza. Dios los puso en el paraíso, y les dio todo para que fueran muy felices. Pero tristemente la pareja humana le dieron la espalda a su Creador. Decidieron hacer caso a la serpiente. Satanás los engañó. Plantó semillas de dudas en ellos. Les hizo creer que Dios realmente no los amaba, sino que les estaba ocultando la verdad, y no los quería dejar alcanzar su máximo potencial. Lo cierto es que Dios no nos quiso dar acceso al conocimiento del bien y del mal. Dios eligió para nosotros la inocencia, la pureza, la santidad. La única prueba que Dios le puso a Adán y Eva, lamentablemente ellos fallaron. La pareja humana le creyó a Satanás. La vida espiritual consiste en confiar y creerle a Dios, y obedecerle. Esa es nuestra única seguridad. La buena noticia es que aunque Adán y Eva cayeron, Dios les proveyó una promesa y una esperanza. Dios prometió a un Salvador. Le dijo a la mujer: tendrás un hijo que destruirá a Satanás, la serpiente. Pero será una victoria dolorosa. Jesús venció a Satanás en la cruz del calvario, una victoria muy dolorosa. Y aunque Dios sacó a Adán y a Eva del paraíso, los vistió con túnicas de piel. Dios los perdonó, y les prometió que un día volverían al Edén. ¿Te gustaría llegar a vivir en la presencia de Dios? Cree en Jesús, y camina con Dios. Muy pronto volveremos a vivir en el paraíso, junto a Dios y a todos los redimidos. Que el Señor te bendiga.
