El viaje de Jacob y toda su descendencia a Egipto, era parte del plan de Dios. Ya habíamos visto como Judá se había apartado de Jacob, y había formado una familia lejos de la familia de su padre. Pero este relato nos muestra cómo Judá regresó a la familia de su padre, y cómo todos juntos viajaron a establecerse en Egipto. A pesar de todas sus diferencias, la familia viajó junta, y sólo así, con el tiempo, se volvieron una nación. Ellos vivirían en Egipto, pero con el tiempo los egipcios los convertirían en esclavos. Pero Dios le prometió a Jacob que Él estaría a su lado. Dios los sustentaría, y cuando fuere tiempo los traería de regreso a la tierra de Canaán. Dios siempre cumple sus promesas. A veces pueden tomar un tiempo en cumplirse, pero siempre se cumplen. Puedes confiar en Dios. Sigue el ejemplo de Jacob, y nunca dejes de adorar a Dios. Que el Señor te bendiga.