No sabemos cuánto tiempo demoró Noé en construir el arca. Pero sin duda fue una empresa titánica. Todos sus contemporáneos lo pudieron observar mientras trabajaba en su gran proyecto. Y todo el tiempo que Noé trabajó, él les predicó sobre lo que iba a suceder. Pero lo cierto es que nadie le creyó. Había espacio suficiente para que más personas entraran al arca. Pero nadie más lo hizo. La Biblia dice que cuando Dios observó la tierra, no vio a nadie más a quien pudiese salvar. ¡Qué terrible! Ni siquiera el ver cómo los animales entraban de dos en dos les hizo reaccionar. Solo podían salvarse entrando en el arca. Y cuando llegó el momento, Dios cerró la puerta. Y cuando Dios cierra la puerta, ya no hay nada más que hacer. Ya nadie más puede entrar. Ya nadie más se puede salvar. Muy pronto va a pasar lo mismo. Tienes que entrar hoy. Mañana será demasiado tarde. Cuando hoy hablamos de que Cristo Jesús viene pronto, para muchos es un cuento, una locura, algo sin sentido. Pero la historia se va a repetir. Que Dios tenga misericordia de nosotros, y nos ayude a entender que el día de salvación es hoy. No mañana. Que el Señor te bendiga.
