El tema de Habacuc es como Dios trata con la injusticia. Habacuc no podía entender porque Dios no hacía nada mientras la maldad y la violencia corrían impunes en Jerusalén. Dios le respondió al profeta, pero a éste no le gustó la respuesta. Dios estaba por levantar a los Babilonios en contra de su pueblo. Esto causó aún más dudas y conflictos en la vida de Habacuc. ¿Cómo podía Dios usar a gente tan pecadora para corregir a su pueblo santo? Muchas veces no vamos a entender el proceder de Dios. Muchas veces las circunstancias nos van a hacer dudar de que Él esté en el control de todo. Pero créeme que Dios sabe lo que hace. Y aunque nosotros no entendamos lo que Él está haciendo, debemos confiar en su amor y en su sabiduría. Si estás pasando por un momento de dudas e incertidumbre, o si estás pasando por un momento de indignación o confusión, haz como hizo Habacuc: presenta tus quejas al Señor. Pídele que te de entendimiento. Y aprende a esperar en Él. Que el Señor te bendiga.