Cristo Jesús es el Gran Pastor de las ovejas. Él es el mismo ayer, hoy y por los siglos. Él no cambia. Él es fiel. Y Él nunca nos dejará; jamás nos abandonará. Las ovejas tienen la tendencia a alejarse del redil. Algunas con facilidad se pierden. Debemos tener cuidado de no extraviarnos. El dinero para muchos se va a convertir en una trampa mortal. Cuidado con el amor al dinero. Hay cosas mucho más importantes que el dinero. Cuidado con los pecados sexuales. Dios juzgará a los adúlteros. Seamos fieles a nuestro cónyuge. Respetemos a nuestros líderes. Sometámonos a su liderazgo. Los líderes tendrán que dar cuenta a Dios por cada ovejita del redil. No nos olvidemos de practicar la hospitalidad. Podríamos llegar a hospedar ángeles. Pero por sobre todo, el autor nos invita a que adoremos a Dios de la forma correcta. No a través de sacrificios de animales. Sino a través de sacrificios espirituales. Debemos confesar delante de los hombres a Jesucristo. No te avergüences del evangelio. Ayuda a otros. Estos son los sacrificios que a Dios le agradan. Si te insultan por tu fe; si se burlan de ti por creer en Jesús, amén. Jesús nos advirtió que esto ocurriría. Soporta hasta el final. No te rindas. Que el Señor te ayude a permanecer fiel hasta el final. Que el Señor te bendiga.
