Las palabras del Rey Agripa tienen que haber sido pronunciadas con sarcasmo. El Rey Agripa tenía ascendencia judía, y es por eso que Pablo le habló como a alguien que conocía las tradiciones y costumbres judías. Pablo le contó su testimonio, de cómo fue su conversión. Pablo le demostró que no estaba yendo en contra de las enseñanzas de la Torá, ya que Moisés y los profetas enseñaron que el Mesías debía sufrir, y debía resucitar. Pablo habla de su esperanza: Cristo venció la muerte, y esa es nuestra fe - Cristo tiene el poder para darnos vida. El gobernador Festo también se burló de Pablo. "Estás loco. Tanto estudio te ha vuelto loco". Reconocían que era un hombre estudioso. Y reconocían que era inocente, y que no merecía ni la cárcel ni la muerte. Pero no creyeron su mensaje. Al momento de predicar no todos creerán. ¿Y entonces, por qué hay que predicarles? Hay que predicarles a todos, con cariño, con bondad; tienen que ver nuestro interés en su salvación. Pablo demostró su interés en que todos aceptaran a Jesús y se arrepintieran de sus pecados. Así, cuando llegue el día del juicio, ninguno podrá decir: "Yo no lo sabía. A mí nadie me lo dijo". Dios le da la oportunidad a todos de salvarse. Pero cada uno verá si acepta o no el plan de salvación. "Por poco me persuades", o "Acaso esperas persuadirme en tan poco tiempo". Algunos necesitan un solo sermón para convertirse (el etíope, Lidia, el carcelero). Otros, necesitan más tiempo. Dios quiera que no le cerremos el corazón a Jesús. No nos endurezcamos, no sea que después sea demasiado tarde. Que el Señor te bendiga.
