Satanás ya había probado destruir la iglesia mediante la persecución y mediante las murmuraciones y quejas. Pero nada de eso le funcionó. Entonces Satanás decidió atacar la iglesia con una nueva estrategia: un “nuevo evangelio”. Ciertos creyentes judíos viajaron de Jerusalén a Antioquía, y les dijeron a los creyentes gentiles que todavía les faltaba una cosa para ser salvos: debían ser circuncidados. Pablo y Bernabé se opusieron enérgicamente a esta enseñanza. La discusión fue grande. Y para que la iglesia no se dividiera en dos mensajes, se llevó el asunto a la iglesia en Jerusalén. Te invito a que escuches y medites en este mensaje de la Palabra de Dios. Que el Señor te bendiga.