Listen

Description

El libro de Isaías comienza con una profunda reflexión acerca de la condición espiritual del pueblo de Dios: estaban totalmente perdidos. Cumplían con todas las ceremonias y rituales. Hacían todo lo externo. Pero por dentro estaban muy lejos de Dios. No había obediencia. No había arrepentimiento. No había justicia. Los pobres, los huérfanos y las viudas no les importaban. Eso evidenciaba que tenían herida la cabeza, el corazón, y todo su cuerpo. Así es el pecado. Muchas veces es como una enfermedad oculta, no diagnosticada, pero que nos está destruyendo por dentro. Pero por más profunda que fuera la enfermedad y la rebelión de su pueblo, Dios podía sanarlos. Dios podía perdonarlos. Si tan solo se volvían a Él y se arrepentían de todo corazón. Dios te dice hoy a ti: “Vuelve a mí “. “Arreglemos esto ahora”. “Yo te puedo perdonar”. Dios es Santo. Pero también es grande en amor y misericordia. Y Él sigue esperando por ti. Pero no lo hará por siempre. Por eso debes volver a Él hoy, antes de que sea demasiado tarde. No sigas pensando que Dios no te puede perdonar. Recuérdalo: Él lo prometió. No importa cuan grande sea nuestro pecado, más grande es su misericordia. Que el Señor te bendiga.