Para Israel era más fácil confiar en lo que ellos podían ver, en lo tangible, que confiar en lo invisible. Ellos preferían confiar en la carne, en lo humano, que confiar en Dios. Y me pregunto, ¿será que nosotros somos diferentes? El pueblo de Israel, era por naturaleza rebelde. Eran idólatras. Y entiéndase por idolatría la adoración y el poner la confianza en cualquier cosa que no fuera Dios. Amuletos 🧿 , ídolos 🎎, cualquier objeto que reciba “veneración”, por más bueno que sea, no merece nuestra adoración. Solo Dios. Por lo tanto, regresa a Dios. Y entrégale todo tu corazón. No importa cuánto te hayas alejado de Él, Él sigue esperando por ti. Que el Señor te bendiga.