Listen

Description

El profeta Jeremías, describiendo la maldad y la perversidad del pueblo de Dios, dijo que para ellos era imposible hacer el bien, estando tan acostumbrados a hacer el mal. Así como es imposible para un etíope cambiar su piel, o como para un leopardo quitarse las manchas, para Israel era imposible cambiar. Pero podríamos decir que esta imposibilidad de cambiarse la piel ha sido desafiada en nuestros días. Conocido es el caso de Michael Jackson, que a finales de los 80 apareció con una piel mucho más clara. Y así hay muchos otros personajes del espectáculo que mediante cremas o tratamientos han aclarado el color de su piel. Pero aunque la ciencia ciertamente esté ayudando a algunos a cambiar su piel, la ciencia es incapaz de cambiar el corazón. Todavía la ciencia no ha creado un remedio contra nuestra maldad inherente. Tenemos una tendencia a apartarnos del Señor. Tenemos una tendencia a seguir nuestros caminos y a olvidarnos de nuestro Creador. Nuestra única esperanza está en su amor y su misericordia. Nuestra única esperanza está en que el Espíritu Santo nos dé un nuevo corazón. Aférrate al Señor. No te sueltes de su mano. Camina cada día con Él. No confíes en tu propia fuerza. Confía y pídele a Dios cada día que te ayude a morir, y a vivir ese día para Él. Que el Señor te bendiga.